Quizás no podamos levantarnos tan rápidamente tras una caída, todo deberá ser lento para ir sobrellevando ese trago amargo que nos toca vivir a veces, pero como decía un sabio de la vida “la vergüenza nos hace levantar rápidamente de una caída y que la sabiduría nos hace quedarnos en el piso de la vida para observar los motivos por los cuales caemos tan seguido, afortunado el que está en el piso del error pues pronto podrá levantarse, en donde la vida no es una constante caída, tal vez ese sea nuestro punto de vista que puede que también sea que alguien muy poderoso nos está tratando de mostrar algo que no vemos”.
La única escuela es la experiencia de la vida, por lo tanto levantarse ante cualquier caída es parte de ella y en este caso si los golpes no te matan, entonces te hacen más fuerte, siempre es importante tomar la riendas de nuestra vida, seguir adelante y se como “el clavo oxidado, que aunque viejo y magullado nunca dejara de ser clavo, porque la vitalidad que uno posea se revela no solamente en la capacidad de persistir sino en la de volver a empezar”.
Dicen que detrás de cada nube está escondido ese rayito de sol, que después de la tormenta siempre llega la calma y que tenemos que aprender a bailar bajo la lluvia. Toda la vida nos pasamos buscando ese camino que esté despejado, en el que no haya nubes y el sol siempre brille, pero jamás lo encontraremos ya que no existe, así como la perfección en las personas, si eso fuera así todos estaríamos felices siempre.
La vida se empeñara siempre en darnos palos, caeremos cientos de veces, de eso se trata, de hacer fuertes a las personas tras cada caída y tras cada palo. Por eso es importante no perder el tiempo parándonos en medio de la nada a buscar un camino que se forma solo, ya sabemos que los reyes magos no existen, que el ratoncito Pérez es un falso personaje, que el amor de antes, el de toda la vida ya no aguanta mucho, que a los bebés no los trae la cigüeña, que Papa Noel no vive y mucho menos que vuela con renos y lo más importante de todo esto que para tocar el cielo no hace falta subirse en un avión, sino perseguir aquello que queramos sin importar la distancia hasta la meta, sin que tengamos que parar por esos obstáculos que te impidan ver el final. La vida se encarga de demostrarnos día a día que todo llega aunque no salgas a buscarlo y que cada segundo de la vida es un regalo que tenemos que aprovechar.
Mirar el camino recorrido de nuestra existencia, en busca del motivo de nuestras caídas, por encontrar una respuesta o solución a nuestros problemas, no te apures por levantarte, instintivamente eso llegará solo, respira muy profundo sonríe y piensa lo que escribí, porque caer está permitido y levantarse es una obligación…
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