Existen hoy muchos hombres y mujeres que no han encontrado un motivo para sus vidas y que viven como máquinas, como seres irracionales o como vegetales, sin haber descubierto su propia identidad, ni a dónde van.
En el mundo se percibe un vacío espiritual, ya no existen los grandes ideales en los jóvenes. En su lugar han aparecido contravalores que los confunden, alejándolos de Dios y de sus enseñanzas. Entonces es cuando muchos llegan a preguntarse si existe alguna razón para seguir viviendo, sin encontrar la respuesta, pues han vivido una vida sin sentido.
Los valores son todo lo bueno que el hombre quiere alcanzar, porque lo hacen mejor como persona. Son bienes que no inventamos nosotros mismos, sino que los descubrimos a lo largo de nuestra vida y al descubrirlos, los deseamos porque intuimos que son buenos para nosotros.
Cuando descubrimos un valor y nos decidimos a alcanzarlo, poniendo todos los medios para lograrlo, automáticamente nos superamos como personas.
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