de ejecutar proyectos grandiosos,
y Él me hizo débil para conservarme humilde.
Pedí a Dios que me diera salud
para realizar grandes empresas,
y Él me dio enfermedad para comprender mejor.
Pedí a Dios riquezas para desposeerlo todo,
y Él me dejó pobre para no ser egoísta.
Pedí a Dios poder para que los hombres
precisaran de mí,
y Él me dio humildad para que Él me precisara.
Señor, no recibí nada de lo que pedí,
pero me diste todo lo que yo precisaba.
¡Alabado sea el Señor !
Entre todos los hombres nadie tiene más que yo
0 comentarios: