“¿Quién será aquel que diga que sucedió algo que el Señor no mandó?”
Ni siquiera el diablo puede ir más allá de esos límites que el Señor ha establecido. En Job 1-2 vemos que no podía probar a Job sin tener permiso, y no podía ir más allá del permiso otorgado. En Lucas 22:31 vemos que para “zarandearos [los discípulos] como a trigo”, tiene que PREGUNTAR primero [en griego: “exaiteo”, “obtener al preguntar ”.En Juan vemos que no podía tocar a Jesús porque “su hora no había llegado” (Juan 7:30, 8:20). En 1 de Corintios 10:13 vemos que no “seremos tentados más allá de lo que podamos soportar”, no porque el diablo no quiera, sino porque “Dios [quien] es fiel no lo permitirá”. En Mateo 4:1 vemos que era “POR EL ESPIRITU” (esto es, Dios) que Jesús fue dirigido al desierto para ser tentado por el diablo. Cuando Job dijo “¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?” (Job 2:19), la Escritura dice “Job no pecó con sus labios”. Cuando dijo: “El Señor dio, el Señor quitó sea el nombre del Señor bendito” (Job 1:21) de nuevo habló la verdad: “En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno.”
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