• AVECES ES MEJOR HACER LAS OSAS CON CALMA Y DISFRUTAR DEL RECORRIDO POR LA VIDA QUE CORRER A PRISA









    Un día estaban la liebre y la tortuga discutiendo acerca de cual de los dos era mas veloz. Luego de mucho discutir, decidieron que la mejor manera de resolverlo era participando de una carrera.
    El día de la carrera, la liebre confiada por su gran velocidad, no se apuro por ir muy rápido, sino que se acostó a un lado del camino hasta que se quedó dormida. La tortuga, sin embargo, sabía que era mucho mas lenta, así que corrió sin cansancio hasta llevarle mucha ventaja a la liebre.

    La tortuga ganó la carrera y la liebre no pudo hacer nada.



    Moraleja:

    Con mucha constancia y paciencia en lo que nos proponemos, lograremos siempre el éxito. Tampoco no subestimes ni te burles de las personas por más defectos físicos que tengan ellas pueden superarte en otros aspectos. Recuerda que nuestro orgullo y vanidad por nosotros mismos puede ser un obstáculo para poder lograr nuestras propias metas.

    UN CORAZÓN LIBRE DE AMBICIÓN


    Comenzábamos reflexionando sobre la tortuga y terminamos también con ella. Ya Eso nos cuenta la fábula de la tortuga y la liebre, en la que ambas se retan a una carrera y precisamente por su prepotencia, la liebre pierde. Es la constancia y la perseverancia de la tortuga la que le da la victoria. Es curioso, que para nuestro contexto cultural ser lento sea sinónimo de torpe e inútil y sin embargo, para muchas culturas la tortuga es un animal espiritual y símbolo de longevidad y sabiduría.

    Moverse con lentitud no significa pensar o vivir con apatía. Lo fundamental es hacer buen uso de esa lentitud. Quizás lo básico no es ser “tan-lento”, sino actuar con “talento”. He ahí la sabiduría de la tortuga: sin prisa pero sin pausa.





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